lunes, 19 de noviembre de 2018

MITOLOGÍA DE AMARU ARANWAY

Los Amarus de Junín o Amaru Aranway son dos seres hermanos mitológicos que forman parte de un relato dentro del folclore del Departamento de Junín en el Perú, donde mediante esta historia, que se fue transmitiendo de generación en generación oralmente, se explica la existencia de grandes fieras que atemorizaban a la población, dando como resultado a dos fantásticos seres de grandes poderes enviados a combatir ese problema empeorándolo y causando aún más terror, causa por la cual los Huancas aclamaban a los dioses una solución, explicando el origen de los dos conjuntos de montañas que albergan al Valle del Mantaro. Se presenta a continuación lo rescatado del relato:








Cuentan los Wancas, que sus ancestros vivían en cavernas, porque en los alrededores de un gran lago habitaban unas terribles fieras que los atacaban. Así que imploraron aWiraqucha, quien a su vez ordenó a Tulumanya (el Arco iris) que les enviara ayuda. Fue así que este hizo brotar de su pecho, con un gran estruendo, a una bestia fabulosa, con cabeza de wanaku, alas y garras de Wamanpallpa, patas de uturunku en un cuerpo de Kurtashu, cubierto de escamas, que terminaba en una cola de anaconda: era el Yana Amaru (de color oscuro) el cual debía terminar con aquellas fieras que atormentaban a los pobladores de la región. Mas una vez cumplido el encargo, éste a su vez comenzó a atacarlos, por lo que nuevamente suplicaron, y entonces fue engendrado Yuraq Amaru (de color plateado) para combatir al primero. Sin embargo, entreambos y sus descomunales peleas, causaron aún mayores estragos.
Es entonces que Wiraqucha envió a Illapu (el Rayo) y a Wayrapuka (el Viento) a combatirlos. Al verlos, los dos Amarus se sumergieron en el lago, pero Illapu quebró una orilla y Wayrapuka empujó las aguas para que se desbordasen y así el lago se secase, dejando a los Amarus al descubierto. Ellos entonces trataron de huir al cielo, pero Wayrapuka los hizo volver, e Illapa les dio el combate definitivo. Poco antes de morir, ambos Amarus se estiraron y crecieron aún más, transformándose en la dos cadenas montañosas que amurallan el valle. El mayor hacia el poniente, convirtiéndose en una cordillera de fértiles tierras de cultivo y amplias pasturas, mientras que el menor lo hizo hacia el saliente, con nieves perpetuas, que desde el nevado de Waytapallana, es la proveedora de las aguas del deshielo que se usan en el riego así como también para el consumo humano.

MITOS Y LEYENDAS. Wiracocha: el Dios principal de la mitología andina

MITOS Y LEYENDAS: Wiracocha el Dios principal de la mitología andina.
Los Incas adoraban a varios dioses, entre ellos al sol (Inti); pero, al igual que las culturas que les antecedieron, solo reían n un Dios Principal, Wiracocha, el creador de todas las cosas.


Wiracocha es el gran Dios, el creador en la mitología pre-Inca e Inca en la región andina de América del Sur. Su nombre completo es Apu Qun Tiqsi Wiraqucha y Con-Tici (también deletreado Kon-Tiki) Wiracocha. Wiracocha era una de las deidades más importantes del Imperio Inca quien era considerado el creador de todas las cosas, o la sustancia de la que están creadas todas las cosas; era íntimamente relacionado con el mar. Wiracocha creó el universo, el sol, la luna, las estrellas, el tiempo (ordenando al sol para que se desplace solo por el cielo) y a la civilización en la tierra. Wiracocha era adorado como Dios del sol y de las tormentas. Fue representado usando al sol como corona, con un rayos en cada mano, y las lágrimas en sus ojos en forma de lluvia.

Según el mito registrado por Juan de
Betanzos, Wiracocha salió del Lago Titicaca (de la cueva de Pacaritambo según otros) en los tiempos de oscuridad trayendo consigo la luz. Él creó al sol, la luna y las estrellas.


Él creó a la humanidad soplando sobre las piedras y de esta primera creación resultaron gigantes sin cerebro lo cual le desagradó bastante. Así que los destruyó con un diluvio y de las piedras más pequeñas creó una mejor humanidad. Finalmente, Wiracocha desapareció en el Océano Pacífico (al caminar sobre el agua) para nunca más regresar. Viajó por el mundo disfrazado de mendigo, enseñando a su nueva creación los fundamentos de la civilización, así como también realizando numerosos milagros. Lloró al ver el sufrimiento de las criaturas que había creado. Se creía que Wiracocha volvería a aparecer en momentos de dificultad. Pedro Sarmiento de Gamboa señaló que Wiracocha fue descrito como “un hombre de mediana estatura, blanco y vestido con una túnica blanca, como un lazo asegurado a la cintura, y que llevaba un báculo y un libro en sus manos.”.

Una de las leyendas de Wiracocha dice que llegó a tener un hijo, Inti, y dos hijas, Mama Quilla y Pachamama. En esta leyenda, destruye a la gente del lago Titicaca con una gran inundación llamada Unu Pachakuti, salvando solo a dos humanos para llevar la civilización al resto del mundo; estos dos seres son Manco Capac, hijo de Inti (a veces se toma como el hijo de Wiracocha ) “fundación espléndida”, y Mama Ocllo, que significa “madre de la fertilidad”. Los dos buscaron un lugar apropiado donde se hundiera la vara de oro llamada ‘Tapac-Yauri’ Mama Cocha.


Es la imagen apreciamos la cosmovisión del mundo andino que los incas guardaban en planchas de oro sobre los muros del Altar Mayor del Templo del Coricancha en el Cusco. En el siglo XVI, el cronista Aymara - Kana Yamqui Pachacuti Salcamayhua, dibujo la figura de dicho altar escribiendo los significados de cada signo. La imagen representa el Orden de Wiracocha Pachayachachic, en el que la pareja humana es parte armónica del todo.
Cuando los primeros cronistas llegaron a América, el español estaba en plena evolución y su alfabeto aún carecía de normativa. En tales casos, era común el uso tanto de la como de la "u" para representar indistintamente la vocal (u) y a la semiconsonante (w), hoy representadas como u o hu. Por tal motivo fue mayoritariamente transcrito como Viracocha, aunque también algunos escribieron, Huiracocha y Huiraccocha. Otras versiones fueron Ticci, Tiqsi o Tiksi.
Según la cronista Sarmiento de Gamboa, Viracocha significa “grasa o espuma del mar” porque cuando el Dios salió de la tierra de Perú con sus criados, fueron caminando sobre las aguas como espuma.
Esto apoya la hipótesis que "Wiracocha" resulta de la combinación de wira y qucha. En quechua, qucha es 'extensión de agua' mientras wira significa "grasa, grasoso".
Sin embargo, el profesor Jaime Salazar, apasionado estudioso de la cultura andina sostienes que “Wiraqochan” expresa “fuente de la vida”
WIRACOCHA: según el manuscrito de Huarochirí
La identidad de Wiracocha está combinando con el ídolo Cuniraya en el primer capítulo del Manuscrito de Huarochirí. La adición del nombre de Wiracocha para adorar ese ídolo muestra que fue invocado y respetado. Y la gente le adora antes de empezar trabajo duro en los campos.
El mito que sigue explica las hazañas de Cuniraya Viracocha y la manera en que él engaña la huaca bella Cavillaca. Todos los huacos la desean pero sin embargo ella no durmió con nadie. Un día, Cuniraya Viracocha se transforma en un pájaro y planta su germen masculino en una fruta. Cuando ella come la fruta, ella se pone embarazada sin tener relaciones sexuales. Cuando Cavillaca intenta de identificar el padre de su hijo, Cuniraya Viracocha aparece como un mendigo pobre y trata de recuperar a su hijo. Ella no le cree y sale corriendo hacia el mar donde ella y su hijo se transforman en islas. Él intenta encontrarla y le pide a varios animales ayuda, pero llega demasiado tarde. Cuando llegar al mar, viola a la hija más joven de Pachacamac, otra deidad. Cuando la madre trata de castigarlo, él se escapa vagando por la tierra.
- En otras leyendas también se dice que antes de partir, delegó las tareas secundarias de la creación en sus dos ayudantes, Toca pu Viracocha e Imaymana Viracocha, quienes inmediatamente se dirigieron hacia el este y el oeste de los Andes, para dar vida y nombre a todas las plantas y los animales que iban haciendo aparecer sobre la tierra, en una hermosa misión auxiliar de la realizada antes por Viracocha.
- También se señala que tenía un compañero con la forma de un picaflor de oro, conocedor del pasado, presente y futuro, su nombre era “Inti”
Los cronistas señalan que Tiqsi Viracocha vino de Tiahuanaco y creó unos seres a su semejanza. Algunas versiones
Mencionan que él hizo el mundo; que en su peregrinaje llegó a Cacha donde sus habitantes trataron de matarlo: él se arrodilló, levantó las manos al cielo e hizo bajar de lo alto un fuego que abrasó la comarca. Luego siguió su camino y llegó al mar, donde se encontró con sus servidores y se embarcó con ellos.
- Dos antropólogos del Museo Field, de Chicago, y de la Universidad del Norte de Illinois, Estados Unidos, encontraron el fragmento de un mate o calabacín con la figura del dios.
- El hallazgo ocurrió en un cementerio de Norte Chico, a unos 200 kilómetros al norte de Lima.


La representación de la deidad con colmillos y garras grabadas hace unos 4.000 años en el fragmento de una vasija indicaría que el culto a Wiracocha es mil años más antiguo de lo que se pensaba.
Las pruebas de carbono 14 demostraron que el grabado en el fragmento de vasija data del 2250 a.C., proximadamente.
La figura de Wiracocha aparentemente fue grabada en la vasija con un punzón caliente.
En el reinado de Yawar Waqaq se mandó a construir el templo de Wiracocha en la ciudad del Cusco, del cual aún se conservan algunos vestigios.


MITOLOGÍA DE WIRACOCHA



http://www.institutomz.com/nuevo/2013-09-20-18-23-11/coordinador-general-del-instituto-mz/3422-mitos-y-leyendas-wiracocha-el-dios-principal-de-la-mitologia-andina

INTRODUCCIÓN

Antes que los Incas reinasen, cuentan que en el principio, Wiracocha creó un mundo oscuro y luego de ordenar el cielo y la tierra creó una raza de gigantes. A estos les mandó que viniesen en paz para que lo sirviesen, mas como no fueron recíprocos con él, los convirtió en piedras, enviándoles a la vez un diluvio general al cual llaman Unu Pachacuti, que quiere decir "el agua que transformó el mundo".
Pasado el diluvio y seca la tierra, Wiracocha determinó poblarla por segunda vez y para hacerlo con más perfección determinó criar luminarias que diesen claridad, para esto fue al gran lago Titicaca y mandó allí que salieran el Sol, la Luna y las estrellas y subiesen al cielo para dar su luz al mundo. Y dicen que la Luna tenía más claridad que el Sol, por lo que este al tiempo que subían le echó un puñado de ceniza en la cara y que desde esa vez quedó la Luna con el color que ahora tiene.
Y luego que todo esto pasó, en la dirección Sur, apareció el enviado de Wiracocha, que era un hombre de crecido cuerpo, el cual en su aspecto y en su persona mostraba gran autoridad, llamándolo Wiracochan o Tunupa. Vestía una túnica andrajosa que le daba hasta los pies: traía el cabello corto, una corona en la cabeza y un báculo como los que llevaban los sacerdotes y astrónomos antiguos.
Dicen también que llevaba a cuestas un bulto en el que transportaba los dones con los que premiaba a los pueblos que lo escuchaban.
Y dicen que este hombre tenía gran poder, que de los cerros hacia llanuras y de las llanuras cerros grandes. Hacía también cosas mayores por que dio ser a los hombres y animales, y que por su mano vino un notable beneficio.
Luego se dirigió a Tiahuanaco y en este lugar dibujó y esculpió en una losa grande todas las naciones que pensaba crear; después de esto, inició su peregrinaje obrando maravillas por el camino de la serranía, mandando salir a los pueblos de sus Paqarinas diciendo: "Gente y naciones oigan y obedezcan que yo les mando salir, multiplicar y henchir la tierra". Y a su vez todos los lugares obedecieron y así unos pueblos salieron de los suelos, otros de los lagos, fuentes, valles, cuevas, árboles, peñas y montes.
A la vez que esto sucedía, pintaba a cada pueblo el traje y vestido que habrían de llevar y así mismo dio a cada nación la lengua que habría de hablar, sus cantares y las semillas. Y así en este camino de los Andes y montañas de la tierra fue dando y poniendo nombres a todos los árboles grandes y pequeños, tanto como a sus flores y frutos, mostrando a la gente los que eran buenos para comer y los que no y los que eran buenos para medicina y, asimismo, puso nombre a todas las yerbas e indicó el tiempo en el que habrían de florecer y fructificar. También dio orden a los hombres sobre cómo vivir, hablándoles amorosamente con mucha mansedumbre, amonestándole para que fuesen buenos, y los otros no se hiciesen daño ni se injuriasen; luego les enseñó cómo cultivar; para esto rompía la tierra con la punta de su báculo quedando esta dispuesta para sembrarse, y así con su sola palabra hacía nacer el maíz y los demás alimentos.
En ese largo peregrinar, dicen que también halló algunas naciones rebeldes que no habían cumplido con su mandato, por lo que los convirtió en piedras, en figuras de hombres y mujeres con el mismo traje que traían. Estas conversiones fueron hechas en Tiahuanaco, Pucara y Jauja.
En dichos lugares se encuentran unos bultos de piedras grandes y en algunas otras partes dicen que tienen tamaños casi gigantes.
Y es así como llegó a la provincia de Cacha habitada por los Canas, y éstos, como no lo conocían, salieron armados y dispuestos a matarlo. Entonces Wiracocha, al observar esta actitud, hizo que cayese fuego volcánico sobre ellos. Y los canas, por el temor de verse quemados, arrojaron sus armas y lo veneraron. Viendo esto, Wiracochan tomó su báculo y paró el fuego; luego, puso orden entre ellos. En memoria de este hecho le edificaron un suntuoso adoratorio y hoy en día, aún se puede ver el cerro de Cacha con su enorme quemadura que consumió las piedras de tal manera que ellas mismas se hacen testigos de este hecho, por que quedaron tan quemadas que se las pueden levantar como si fuesen madera liviana.
Dicen que después de este suceso llegó al pueblo de Urcos, y subió a un cerro alto desde donde mandó saliesen de él los naturales de Urcos, por lo que con el tiempo le erigieron en este lugar un rico adoratorio, edificando en este un escaño de oro fino y una imagen a semejanza suya.
Luego Wiracochan prosiguió su camino y llegando a cierto sitio creó a un señor al cual puso el nombre de Alcaviza y al lugar por nombre Cusco; dejando el mensaje que después de este señor vendrían los Incas Orejones a quienes todos respetarían.
Este Wiracochan a quién los pueblos llamaban también Tunupa, Tarapaca, Wiraccochan pachayachicachan, Bichaycamayoc, Cunacuycamayoc Pachacan; que quiere decir el enviado de Wiracocha, su fuente, el predicador, el encargado del presente o el conocedor del tiempo, dicen que se dirigió al pueblo del curaca Apotambo (Señor de Tampu, Tambo u Ollantaytambo), a donde llegó cuando se celebraban unas bodas. Fue en esas circunstancias que el Curaca escuchó sus razonamientos y predicamentos con mucho amor, mas su pueblo no lo hizo así, por lo que Wiracochan los reprendió con amor afable. Y, luego de esto, en un gesto de reciprocidad, entregó el báculo que portaba y en el que se encontraban grabados todos sus conocimientos, al curaca Apotambo. Pasado esto, en memoria de Wiracochan labraron una montaña a imagen y semejanza suya, a la cual veneraron muchísimo.
Luego, este Wiracocha prosiguió su camino haciendo sus obras hasta que llegó a la línea equinoccial cerca al Ecuador, donde queriendo dejar esta tierra, informó a la gente sobre las muchas cosas que habrían de suceder. Les dijo que con el tiempo habrían de venir gente diciendo ser Wiracocha y a los cuales no les deberían de creer. Y dicho esto se metió al mar caminando por sobre el agua como si fuese su espuma..."
Dicen que pasado el tiempo y luego de que el pueblo de Tambo u Ollantaytambo floreció gracias a los conocimientos dejados por Wiracocha, el báculo dejado por él, se transformó en oro fino en el momento en que nació uno de los descendientes de Apotambo llamado Manco Capac quién vino a ser el primer Inca, y con este báculo de oro pasado los años se dirigió a las partes altas de una serranía para fundar la que con el tiempo sería la capital del Imperio de los Incas: el Cusco.

MITOLOGÍA DE AMARU ARANWAY

Los Amarus de Junín  o  Amaru  Aranway  son dos seres hermanos  mitológicos  que forman parte de un relato dentro del  folclore  del  Depar...